ñañañ

ñañañ

lunes, 14 de septiembre de 2015

lengua de pájaro dos (redes de cantos de lenguas pájaros)


Tengo en la boca una boca y mis labios parecen dos labios. No hay nada de extraño mientras quieta te miro. No hay nada que quieras. da igual mi destino. De repente golpean de adentro, es extraño. Parecen mis dientes madera bailando, le crece un sonido que trepa y descoce, el silencio de toda la hilera se absorbe. La carne rojiza se abre deshecha. Mis comisuras se despegan como los sueños que caen. Se me asoma un pico y no llego a entenderlo. Sin culpa desplaza su voz y su canto. Mi lengua es un pájaro, exclamo soñando. Mi lengua tiene alas y plumas y mantos. Que abrigan la alegría que busca la escriba que desde adentro le pide una pluma a su pájaro. Las góndolas convierte este ser en papeles. Las calles transforma, enciende su risa. Pero no recita libros la pluma cantora. Su sangre es su tinta de aurora a aurora.
No es palabra lo que escriben al márgen de la tierra. Ni lenguaje simbólico, ni si quiera un poema. esto es un misil, es casi una bomba, una metralleta, como una anaconda. Un fuego que arde desmorona las cárceles de las lenguas de pájaros que encierran el viaje. Un incendio que dure hasta que no quede un centímetro de silencio en el aire de mentiras y prejuicios. Que caiga como el agua fría de un balde sobre sus cabezas y todos todos sus chantajes, que mientras despiertas todas mis canciones mi lengua de pájaro despierte sus voces.



+

Defende
tu
lenguapájaro

+

lengua pájaro

llueve llueve llueve
Tu boca flor se moja y brilla. Las gotas ya no son barcos, anclas son
anclas anclas. En tus ojos estacionó el mar. Parpadeas y alguien de afuera
tira de un hilo y sale una ola. Tira de un hilo y salen los peces. Tira el anzuelo y pezca
una botella. Qué hay dentro qué hay dentro corrías. te cortas. te sacas un papel vacío.
tu piel cristalizada se ha roto. tu carne de vidrio y la sangre
la sangre la sangre.
Llueve llueve llueve. los pájaros tiran de tus ojos. el bombo de tu pecho hace brillar el mundo.
ya no está y qué harás
ya se ha ido y cuál será tu próximo paso
hay plumas plumas plumas
que caen
ya no hay gotas
ni pájaros
solo las plumas que llueven
con rayos
agarrá una
y escribite los labios
entintá una y dibujate los sueños
solo
de una línea
hace que exista
tu lengua
lengua lengua pájaro que vuela
vuela
y llueve
palabras
magas
de las palabras

lunes, 7 de septiembre de 2015

adiós

qué tenaz tu pinza
el temor no es algo que aún tenga dominado
puedo sentir como te esforzas
por encontrar cosas que te hagan parir
más quejas de tu ser.
Te odias
no podes detenerte
te odias
no podes acariciarte
Todo es una mentira
una vil lata de tomates
que abrís
y te cortas y tu sangre
te hace darte cuenta
que hay algo dentro tuyo
pero miras a tu al rededor
tu familia no te mira
¿estoy realmente acá?
¿que me detiene en este rincón del mundo?
¿Hay algo de placer en nuestro habito
de no respetarnos?
¿hechizos ocultos?
tendrás que ir por una hechicera
que te saque el conjuro del amor
oh
ama y esclava
¿por qué entregar tu vida
a la putrefacción
si se puede
tener una voz
que penetre las mentes
de una manera poco cobarde?

sos cobarde
no te animas
a reconciliar las partes dentro tuyo
es más fácil romperlo todo
que los hilos
hagan lo que tengan que hacer
y mientras tanto
el mar de adentro
te rompe la ciática
la garganta
sabes que te arrepentís
estudio cada una de tus caras
aunque siempre haya contradicciónes
¡inventate!
ya no quiero verte por un tiempo largo
perdoname
perdoname
perdoname alguna vez
yo no pertenezco a este lugar. nunca me sentí parte.

el cementerio de los cuerpos vivos




   “Entonces el jardín se pobló de estrellas
me dijo
 desde su más oscuro cuenco
la noche desnuda”

Insistí en repetir esas palabras casi como un conjuro, me aterraba la idea de abandonar mi cuerpo, con su carne hirviendo entre los astros y las fieras. No había cometido ningún acto que rozara la impureza, ni evidenciado mi ferviente devoción por sus mismos ideales, los sin carne no tenían pensamientos, ni moral, ni religión hasta donde se sabía. ¿Con qué curiosa pasión levantaba su espada sobre mí?
 Oh Rumiel, sos animal
en cambio el cofre que guarda tu beso
en mi boca
no me deja perseguir el sol en la pradera.
¿Qué serán de las tardes cuando se tiñan de ocre,
qué de las calles desiertas y las botellas hambrientas
de labios y sueños cuando ya no tengas mi voz?
Oh Rumiel, bestia divina y terrenal
no podrán quitarme
las cicatrices que tus ojos me han trazado.
 No tardará en rozar mi cuello el filo,
encontrará el hueco por donde arrancar esta piel.
Ya no podrás acariciarme mi amor. Ya no vas a encontrar nada acá. Serán mis deseos,
las obras póstumas en donde tal vez me encuentres.
Qué me deparan estos huesos
Cuánta es la agonía que no disfruto
¿de dónde vienen esas voces? ¿acaso estos muertos no carecen de vida? ¿cómo puede matarme un cuerpo inanimado?
oh, agarra mi sangre y ya sácame de este lugar.
Ay tus manos
se desvanecen y ¿quién era yo?
esta pesadilla que me entierra aún con vida
se mueve en mis brazos el mar
hay más de lo que puedes imaginar
siempre hay más.
Reniego de estos ecos que nombran otros mundos. Quisiera desenredar mi mente de todo lo que ahora viene. Que las horas se desconecten. Recuerdo a mi gata de ojos de río. En sus pupilas crecía la hierba que mantuvo húmeda toda la infancia. ¿Te acordas Rumiel? Allí nos conocimos, te vi reflejado en sus ojos con tu shorcito verde oscuro. Ya eras toda una loba. Cautelosa como la luna que llevabas dentro te acercaste preguntándome si también veía dentro de esas cuevas, los pájaros. ¿Los de cresta roja? Te pregunté, y te tiraste encima de mí y me mordiste mientras gruñías y dijiste, no, los de cresta roja no, los de dientes filosos que ahora cantan en tu cuello.
La selva ruje dentro de ti
vuelven las bestias de tu propio infierno
haz de tus muertos
una fiesta
ya que de tus vivos hiciste
un cementerio
No sé qué quieren decir estas canciones, pero siento deshacérseme las arterias, ¿lo podes ver? ¿podes ver como en este jardín crecen los circuitos de venas? Tal vez me estoy volviendo loco o quizá es un simple sueño y mañana despierte y tomemos unos mates con ese poquito de romero y esas hojitas de cedrón, y si hay naranja también un poco de cáscara. Lo que tengas está bien, pero vení, volvé a la hamaca, empujame fuerte. Como esa vez que te lo pedí igual. Y lo hiciste con todas tus fuerzas. Solo quería caerme y que me sangren las rodillas para sentir tu aliento cerca de mi cara y hacerme la víctima en frente tuyo. Mi chamán, siempre me curabas con tu sola presencia. ¿conoces la magia? te pregunté una tarde, y preguntaste que era la magia para mí, y te dije que era hacer lo que no se debe, desarchivarnos, son lugares sagrados en donde llegan las personas valientes, no alcanza con comprender, ni con memorizar los grandes y misteriosos libros. Hay todo un mundo real que se encarga de distraernos para que en los lugares comunes creamos somos felices, hay un lugar que se encarga en todo lo que conocemos de obligarnos a pedir permiso. Te sorprendiste, ¿te acordas que se te cayó la baba? Me peleaste, pero yo estaba casi al acecho esperando tu saliva salirse, y cuando la ví fue casi un barco en donde viajé. Es gracioso, eso era el truco también. Que nosotros dos sintamos lo que sentíamos era casi magia negra.
no hay algo meramente puro,
es casi un espejismo
que peligroso atenta
creer
en la pureza de las cosas.
Nada permenece quieto.
Hay misterio
también mutable
entre los cosmos
nuestra mente es una estrella fugaz.
despídete de tus placeres
y de tus dolores.
Suelta tus deseos
tus temores
y tus sueños.
Cada vez están más cerca Rumiel, ya casi no sé como recordarte. ¿estás acá? creo que puedo olerte. Me están diciendo que me despida. Ya no se quién soy. Tal vez esté mas vivo que nunca. Alguien está desprogramándome. ¿Para que quieren mi cuerpo? Hay otros huesos que vienen caminando a lo lejos, puedo verlos de reojo, son esqueletos vivos. Tengo miedo. Ya no vendrás a curarme. Ni siquiera vas a reconocerme, ya no tendré boca para decirte, ni lengua para besarte, ya no tendrás mi espalda para rasguñarme, ya no tendré un papel para decirte todo lo que te odio Rumiel, sí. Te odio por que no venis. Pero está bien. No necesito tu piedad mi chango. Ya no es sangre mi sangre. Es veneno. Que me corten el cuello, que me vuelvan un muerto, porque ya estoy muerto desde siempre. ¿de qué me sirve esta carne si me pesa? ¿de qué cada uno de mis dedos si acariciarte es una vulgaridad? ¿de qué todas mis tijeras si no puedo deshacerme de mí, riendo? ¿de qué toda esta locura, si quedarán clasificadas como una patología de la que solo un lento asesinato podrá salvarme? ¿quién pidió ser salvado?
la muerte me golpeará
y aún en el temor
si hay un sitio en alguna canción
quisiera pararme en ella
para bailar
No me creas mi amor, mi morocho. Hay algo que me está sacando de esta vida. No sé si estoy bien, a penas recuerdo quién soy, creo que soy vos, creo que sos el único recuerdo. Y no entiendo cómo puedo razonar esto todavía. Empezaré a tocarme, no pediré más. La pasión de su espada es dulce como una llamarada que nunca olvidaré. Ahora entiendo. Ellos no están para ocupar espacio simplemente. Acá los esqueletos son fuertes. Nadie les dice qué hacer.
mis ojos serán los cuencos
donde entrarás a tus sueños
llámame
para que pueda matarte
tienes que terminar
de una vez
con la tortura
o pídemelo
te enseñaré a disfrútala.
No me retengas. No me sepas de memoria. No me aprendas. Tirame al suelo cuando te lo pida. Lameme las heridas. Soy tu fiel perro salvaje. Emprenderé este viaje. Estaré vivo por primera vez. Mi carne será un túnel. Te esperaré Rumiel. Sentime cuando duermas. Buscaré dentro de tus pensamientos el lugar donde dejaré un lápiz para que vos dibujes tu vida.
cuelga este cadáver
oh
raquíticos muertos que de mí
se han alimentado
cuelga éste cadáver
liberame
del paraíso
préndeme fuego
que cuando doblemos la esquina
podamos tratarnos
con respeto
Sé de la sed
de un espíritu
que investiga la moral
desde donde se rompe.
Ahora nada me detendrá
dejaré estos hábitos
ya no quiero ser humano
de las puertas para adentro
eres tan diferente
de las puertas para adentro
tu violencia me asquea
no quiero la carne que me has dado
no quiero ya escucharte
algunas puertas revelan
las más oscuras prácticas
yo mismo he llamado
a esta espada
ya no quiero pertenecerme
no es un suicidio
es casi una transformación
a la serpiente
eso seré
tenes miedo que descubran
tu miseria
oh padre
oh dios
nunca podrán ser
lo suficientemente amables
como para dejar su piel
y venir a este
cementerio de los vivos
en donde las cruces de nuestra vieja carne
pertenecen ya a otro mundo lejano
festín para gusanos
seré alguien nuevo

cada vez.











zOl.