ñañañ

ñañañ

martes, 3 de diciembre de 2013

sueños

Renata todavia era un feto
mimado, eso si
por todos nosotros.
Dentro de su bolsa transparente y aceitosa
como cubierta por la baba
de ochocientos caracoles
sus pies reclamaban el aire de afuera.
Los planetas estaban como estaban cuando Renata rompiò la bolsa
con un estallido de amor;
salio corriendo y nos reconocio a cada uno
aunque nunca nos habia visto
aunque no nos habia visto nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario