ñañañ

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lunes, 1 de diciembre de 2014

destruir

tengo prendido fuego el cuerpo
me he despertado de esa gran pesadilla atornillada por la iglesia en cada una de las partes de nuestras pieles, de las vísceras que en la lengua tiemblan y se despedazan.
El ardor de una explosión en mis venas es lo que me desfigura los rostros. La rajadura en mi cerebro, el estruendo en mi corazón, la trasmutación de mis ojos de mis bocas de mi garganta. El indescifrable momento en el que la exploración disparó en un movimiento a la culpa instaurada de deberle la vida a Jesús. Él que dio la vida egendrando no más que desvanecidos cuerpos inertes. No más que el habito de arrodillarse ante nuestros propios placeres y arrepetirnos de sentirnos así de vivxs. A mí no, por mi no te dejaste caer. Nada tengo que deberte. El mundo esta destruyéndose en cada esquina. Solo veo cómo enseñan a disimular. Solo veo como aprenden a no ser ellxs mismxs. Tengo el cuerpo prendido fuego. Tengo en alguna parte del cerebro caballos salvajes que traen en sí todo el universo. La furia de un tornado arrasando ciudades enteras. Kilómetros de raíces de árboles por debajo nuestro. No te quedes en moldes raquíticos. Sólo han tratado de herirte. Sólo han tratado de dejarte en soledad. No somos máquinas aunque estamos en la era de dejar de lado todo tipo de gestualidad. Soy sólo una humana y eso no quiere decir nada. Devenir animales si el ejemplo humano es lo que esta en los medios. Los conceptos pueden cortarte el cuello, la moral puede destruirte por completo. No creo en lo que me prometiste, no creo en tus mentiras. Solo puedo ver la sangre y mi pulso como prueba de que estoy un poco demasiado viva aún. De que a pesar de todo intento han fallado, por que no existe el momento perfecto. Como una lombriz he excavado en mi misma. Sé que hay lugares en los que no podes llegar. Y todas mis cicatrices se reirán hoy ante tus actos de cordialidad. No podes encajar, ya no vas a retorcerme. No estoy entera pero sí tengo en mí estas terribles ganas de romperlo todo. No lo intentes, no lo intentes otra vez. Soy fuerte, como un rayo que va a escuchar su luz en la oscuridad mas profunda de la noche mas ardiente. No lo intentes, no lo intentes. Lo volveré a romper para descubrirme otra vez.

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