ñañañ

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viernes, 6 de mayo de 2016

caramelito

Cinco pesos salió la entrada de la plop. La previa de petacas de doce pesos. Café al cognac, chocolate. Una cerveza, dos, tres. Tres de la mañana transmutación. Una pantera sale de mi boca. Se me cae el fuego. Dos por uno Vodka con melón. Corazón verde. cañoñazo que gira, murmullos en la oreja, la gente ya tiene las remeras pegadas a la espalda. Barra, tarima, meneamos las bases electrónicas con los dedos en la boca. La payuca se acerca con su peluca azul después del despampanante show que se acaban de mandar en el escenario, mientras baila conmigo me pone sus alas. Me enamoro por primera vez en la noche. Se va, sigo bailando. Mi amiga en secreto me da un caramelito, mete sus dedos entre mis labios, no muerdo. Trago. Amargor. Es un sueño esta noche. Cuando empiece a desaparecer no me voy a dar cuenta. Doy vueltas, ya no se quien soy, ¿o ésta es la que sí soy? no sé, pero empieza a sonar fangoria y voy corriendo de nuevo a la tarima, exploto, somos las estrellas, las diabólicas exorcizadas que llevan sus manos por sus cuerpos. Bajo los dedos por mi panza hasta mis piernas. Me empiezo a masturbar en público y a gemir. No me pregunto si soy imperceptible, estoy en la mía. Mis gemidos siempre fueron parte de la canción. Le tendría que decir a Alaska que me incluya en su disco. Mis amigas se divierten, tienen plumas en la cara y brillos en los pies. Me enamoro de nuevo. Me pasan la tuca, la gente ya no tiene remera, mi piel sobra. Pasa ella, ni siquiera la conozco y si me lleva al final de la eternidad yo me dejo. Me clava la mirada y no dudo de su mensaje. Voy al baño, mis pupilas son planetas. Viene y es el centro del universo. No tengo camuflajes. Esta lleno de espejos, y cuando la miro también veo sus perfiles y su espalda. Su espalda a la medida de mi locura. La música disminuye en el baño, hay voces que se mezclan, me meto en la fila, me toco la cabeza, creo que se me cayeron los brazos, ella se pone al lado mío. Me convida agua, me toca la mano, me pregunto si ella también percibe que sus dedos están hechos de agua cuando me toca. La geometría del lugar es perfecta. Hay un triángulo y todo encaja. Abrazame le digo y se desocupa un baño, somos las próximas. Pasamos a la pieza del inodoro. Hago pis. Me mira. Le digo que es divino este líquido que me sale. Tibio. Me acaricia la cara. Me paro. Ella se sienta. Yo la miro, ella me sigue acariciando. Golpean la puerta. Fingimos vómitos. Me muerde la rodilla mientras hace pis. Me acerca a ella. Me muerde la panza. Me aprieta la espalda. Me dice "sentate". Me siento en sus piernas mientras sigue rebotando el elíxir dorado en el agua que flota en la superficie del interior del inodoro. Nos besamos. A penas nos mordemos. Le vuelco la lengua en la oreja, en el cuello. Mis dedos en su pelo largo. Me arranca la cabeza. Golpean la puerta, nos gritan algo. Fingimos mas vómitos. Apuramos los dientes, nos reímos. No sabemos ser un rayo, aunque lo somos. Yo me quiero quedar toda una vida con vos, le digo. Suena un tema de adicta afuera. Salimos corriendo del baño a bailar, nos refregamos por todo el boliche bailando. No vi más a mis amigas. A la salida llovió y nunca me puse la campera por que pensé que el cielo estaba acabando sobre nosotras. cayó mi mente. Nos perdemos. Me cruzo a las chicas, me acuesto en sus brazos en los muritos de la esquina. No soy capaz ni de prenderme un cigarrillo. Está amaneciendo, todavía no me quiero ir a dormir aunque esta noche fue un sueño.

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