Canta para mi

el amor podrido es ese que no puede ver más que su propio deseo e ignora por completo el registro de los movimientos de un otro cuerpo, que en este caso pasa a ser solo un objeto de su deseo, solo algo que podría sacarte de la angustia de este mundo y no es así, la otra no se tiene que hacer cargo de nuestras propias dolencias, la otra no es ningún ángel, se recomienda intentar algo con alguien después de que se pase ese estúpido estado en el que nos ponemos -y que es necesario rechazar seguir poniendo en un altar a esa persona- para evitar echarle la culpa de nuestra mala y errada composición con respecto a sus alturas irrevocables en un estado horroroso de un amor construido solo con el fin de herir aunque no siempre sea consciente.