Espiral de protección feminista

¿qué es un espiral de protección feminista?

Es inventar alianzas con las demás a través de lo que tengamos a mano sin decoro ni carteles.
Lo que inicia este movimiento es la confianza.
Esto es básico, no se encuentra en manuales pero sí en cualquier primitiva relación.

3 etapas de una posición política en el marco de la alianza con otras:
me confias un abuso
te creo
nos acompañamos.


3 etapas del patriarcado que contraponen esta decisión política:
me confias un abuso
te hago creer que te creo
divulgo tu falta de quicio en secreto y en público te abrazo.

¿qué significa confiar un abuso?

Es un proceso muy arduo en el que pasamos desde el autoboicot y la desconfianza con nosotras mismas. La culpa nos atormenta por que el sistema opresivo y machista en el que nos han hecho crecer nos dice que nosotras siempre podríamos haberlo impedido sin siquiera nombrarnos una herramienta que no sea con el fin de incrementar dicha culpa. Hay personas que nunca lo han contado. A veces por miedo. Otras por que no se tiene la información necesaria de empoderamiento. Hay sectores a los que cuesta más hacer llegar textos y el proceso de ponerlo en práctica es mucho mas dificultoso que en un ámbito mas bien universitario en donde abunda la información -pero no siempre es utilizada con un fin realmente feminista-.
Hay quienes después de soltar la cruz que cargan, dan a conocer lo que sucedió en el momento de la agresión, del abuso, de la violación o/y del maltrato. Este es un momento clave en el que la víctima comienza un espiral de empoderamiento. Lo inicia aún siendo consciente del miedo de fracasar. Del miedo que han puesto sobre nosotrxs que no te crean. Del miedo de la venganza de nuestrx agresorx. Pero ha decidido opacar todos estos dueños asesinos de sus propios movimientos y hacer con el sable de la palabra un corte en el silencio. Esto es muchas veces proponerse a atravesar un desierto. No se espera que llueva, sería confiar en los milagros. El volver un silencio palabra es convertirse en tormenta. El desierto es por que muchas veces -otra vez el patriarcado presente- quedan solas las víctimas. Las aíslan. Las desmienten. Hablan por ellas. Tienen boca. Tienen cerebro. Tuvieron que atravesar un mar solas para poder decirlo. No le tienen miedo a un desierto. Por que decidieron vivir en el. Si te confiaron directa o indirectamente un abuso, renegar de esto sería nada menos que dejar vivir en vos este sistema opresor machista que manipula tu cabeza una vez mas y quien mueve los hilos de tu cuerpo. A veces quien agrede puede verse tras los carteles de la buena persona, del buen padre, del hijo prodigio o de hasta una amiga. Estamos en la selva. Escabullirse, camuflarse para descubrir las miserias. Desprenderse de las propias como una piel de serpiente amarilla. Tomar una posición no para pertenecer, no para lucrar, no para ganar fama y prestigio callando a otrxs, sino para crear un nuevo mundo aunque sea un mundo de tres personas-serpientes.

Poner en duda el nivel de la agresión midiéndolo es patriarcal.
Comparar es patriarcal.
Negarse a preguntar y dar todo por hecho dentro de un marco sexoafectivo es patriarcal.
Creer que es una exageración por que a nosotras no nos resulta agresivo es patriarcal.
defender a quien agrede es patriarcal.
Seguir las practicas patriarcales es abusivo.
Estas que nombré son algunas actitudes casi invisibles de abuso de poder. Poder por que ante una víctima sobreviviente de un sistema entero que la juzga culpable, ponerte del  lado de quien señala y no del lado de quien acompaña es adquirir poder.
Exigirle a la víctima que se re-victimice contando de nuevo el hecho es patriarcal y policial.



Sobreviviente:

Hacer algo con lo que hicieron de nosotrxs es político. No obedecer el lugar en el que nos puso nuestrx agresxr es político. Romper el silencio es un acto valiente. Mover las fichas dos veces antes que lxs demás a favor nuestro también es alegría. La tristeza no es alegría. Atraviesa el desierto, luchadorx incansable. Sentir rencor es hacer que nos duela dos veces más en la cuerpa. Sentir culpa es hacer que nos duela dos veces más en la cuerpa. Contarlo es el inicio de toda una batalla que se va formando en lo posible con las que puedan aliarse y colaborar con nosotras, desde, como y cuando puedan. Agradecer. De nada sirve quedarse quieta. De nada sirve la inercia. Hay algo que nos pasó, un atentado contra nuestro cariño. En este lugar nos quería ver la persona sádica y medriocre que nos puso acá. Es un lugar que no es el nuestro, sino un lugar de tránsito por que tenemos que volver a ser quienes nunca fuimos. Tenemos que ser lo que queramos ser. Inventarse de nuevo. Nacer hoy. Tenemos que estar en los lugares que nos gustaría estar. Así como es posible hacer dedo, carona, autostop o tomarnos un tren para, de un día para el otro, migrar desde la ciudad o desde los pueblos hacia otro lugar, como peregrinas hermosas que llevan consigo su casa y sus canciones es también posible migrar de este cuerpo que no es el nuestro, migrar de estos dolores que pusieron sobre mí, disolver estos pensamientos que me destruyen, inventarme de nuevo con la esencia de un rayo y romperlo todo. Volver a conocer esta cuerpa que habito sin lo que hicieron de ella la escuela, la familia, los profesores, el rencor y el odio de la mayoría de la vida humana, de los sistemas establecidos y de la normalidad que nos ha trazado una línea de cómo ser y en qué lugares y de qué formas. Niñx sobrevivientx. Es todo imaginario. Seguramente seas una bruja, maga o mago que han herido. No abandones tus sueños. El cielo es tuyo. Tu cuerpo es al lugar a donde tienes que migrar. Tu cuerpo es el lugar que nunca conociste. Tu cuerpa es el único paraíso posible.

Ya iniciaste el viaje. Bienvenidx.

Sol Zurita