ñañañ

ñañañ

domingo, 20 de marzo de 2016

vencejo

atesoro lo que envíe
y no es halago, eso entorpece a quien anda, lo vuelve errante y distante
de su propio esplendor y yo me volvería dominante de su estrella. Si queremos domar acariciamos al perro cuando nos obedece. Y así no crece más su autenticidad.
No toco la tierra en seis meses, voy volando como el vencejo
soñando por los cielos
y guardo en las estrellas los movimientos de los cerros
y de tus ojos bellos.
No hace falta mas que cantar para perturbar al silencio. Y que quedarse callado
para llamar al misterio, escuchar a las sombras de los arboles mientras
va navegando el mundo en un papel con sus letras. Escribiendo canciones
a la luz de la luna
una carpa es mi casa
cuando bajo de las alturas y converso con peces
un idioma tan nuevo
que ni siquiera yo sabia de este juego.
Dios me busca dormido, dios me encuentra sediento
y es el diablo a quien beso
en mis horas de sueño,
bien despierta sumerjo
en mi cabeza deseos
que no respetan morales, ni normas, ni celos.
Que si muevo una pieza
moveré todo el cielo
y si riego una flor
crecerá un tormento
ensuciará la perfección
para a los mortales mostrarles
que no hay pulcritud
que no pueda mancharse.
Pongo el sol en mis manos
y amarillo es el mundo
si me gusta ser libre
por que voy a andar
mendigando una llave
no de prisionero
no me voy a vestir
que hace mucho decidí
ya parar de sufrir
por que es doble padecer
quien el rencor aloja
y lo hace florecer.
Las flores del odio tres veces te duelen
y tu cuerpo no merece
el quiere el éter
que no hay por que luchar si no conoces
lo que te hace disfrutar
y bailar sin membrete.
Para vos misma tu andar
para vos tus propios cuentos
un mago es el que nace
cuando tocas el misterio
de los caminos sin andar
cuando soltas las penas
te peina un vendaval
de hermosas sirenas
libres van con su esplendor
parecen lindas gaviotas
y no es mentira esta canción
ya esta cantando tu boca.

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