Cuando las canciones cambian el rumbo
justo un instante antes de hacerlo
nos regalan una visión:
desnudas en el jardín
tiembla la música en el cuerpo
no somos los árboles pero su corteza rugosa nos hace sangrar
nos hace gemir.
los rayos aúllan
las lobas iluminan con su grito toda la luna
en la tierra ya no hay espacio para todas
mi lengua está dispuesta
a morder el infierno.
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