ñañañ
martes, 15 de diciembre de 2015
regulo
renuncio al concepto estúpido del signo leonino egocéntrico y tomo únicamente su magnetismo de leona que atrae las fuerzas para proteger a mis amigxs de lo que se supone debería hacer este signo según lo que dice el inconsciente colectivo: vigilar que estos seres me idolatren sin cuestionarse mi comportamiento. Me despido de la melena del león que aparenta ser fuerte por su enorme tamaño. Me amigo con la leona quien se hace cargo de conseguir su propio alimento y el de su manada. Estas son las palabras que apresé en ésta forma para una posible liberación. El lenguaje me limita y las estrellas también por que hablan en términos demasiado generales, y yo no quiero generales, ni policías, ni vigilantes, ni castigadorxs, ni azar.
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