ñañañ

ñañañ

miércoles, 9 de diciembre de 2015

no tengo nada que perdonarle a nadie. Me parece tan poca cosa esa palabra, ese acto de dar perdón. Es tan miserable como escatimar la violencia a la hora de responder una agresión. O como intentar actuar un personaje que te fue dado por que ni si quiera intentaste saber si existía ese lugar en el que repartían los papeles. Perdón. No quiero perdonar por que todavía podemos impedir y si no lo podemos impedir aún podemos perjudicar, meter el palo en su rueda asquerosa. ¿quiénes son?

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