ñañañ

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viernes, 1 de abril de 2016

cicatriz casa

Gasté todos los pases del colectivo que me llevan a tu casa. Gasté las ruedas de las bicicletas que ruedan hasta vos. En la garganta toneladas de pájaros negros como cuchillos hacen un alambre de cárcel. Vos ahí encerrada. Del otro lado del témpano puntiagudo te escucho llorar. Si no estás decidida a abandonarme la que se va soy yo. Salgo de adentro mío. De este cuerpo que no me pertenece. Te dejo todos mis recuerdos. El más peligroso es el de las rejas de ojos gritones. El único que tiene rejas. Cuidate de el, que en tu descuido me dejó su marca. Es lo único que llevo conmigo.

¿te acordas cuando te dije que de las cicatrices crecen casas?

Bueno ahí es donde vivo ahora.

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