ñañañ

ñañañ

miércoles, 27 de abril de 2016

la otra

a cada rato se despide
es como si cuando volviera ya fuera otra distinta a la que toco ese picaporte.
no le entra el tiempo en el reloj
para lidiar con lugares incomodos
por que la puerta que atraviesa es una muerte que se renueva cada vez que la abre.
y piensa que tal vez es un poco estupido perforar esas migajas de deseos que al final se rompen o cuajan para colgar las cosas que no se pudieron, las cosas que no nos alcanzaron o los adornos de la presion ajena.
cuadritos del buen ciudadano, del ciudadano a tiempo, del salvador, del que no fracasa, del planchadito y estirado, sin ni una arruga en el corazon
sin ni un olor en el cuerpo.

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